El martes acudí a mi último centro de trabajo a saludar a
los compañeros, a recoger una carta de recomendación, a ver a un buen amigo
traumatólogo y de paso valorara el estado de mi rodilla derecha.
Desde hace meses me molestaba, pero llevaba dos días que me
dolía muchísimo, rabiaba.
Me valoró, el menisco interno me molestaba, me pidió una
Resonancia Magnética y me recomendó no salir a correr.
No me gustó ni un “poquitín”. En 40 días tenía previsto ir
al maratón de Castellón, objetivo que me puse a principio de año aunque empecé
a tomar conciencia de ello hace un mes.
Sentí que me habían vencido. Que otra vez iba a renunciar a
hacer algo importante en mi vida. Conduciendo solo me preguntaba “¿por qué?”.
Yo me veía, me sigo viendo corriendo un
maratón, entrando a meta sonriendo, cerrando el puño con toda mi fuerza
y gritando “¡Vamos!”.
¿Qué sentido tiene entrenar, acabar agotado dando lo mejor
de ti, si cuando te propones un objetivo, te ilusionas con él, aparece algo sin
avisar, de repente y te lo quita?
Voy a contestar a la pregunta.
- Tiene muchísimo sentido. Primero de todo tu cuerpo te avisa de que hay algo que no está bien. El entrenamiento no es el correcto, te falta musculatura y por eso la rodilla se resiente, etc. En definitiva algo no está bien.
- En segundo lugar, no sales a correr para realizar un maratón. No. Yo salgo a correr porque me siento mejor conmigo mismo. En ese preciso momento en el que estoy corriendo, mi cuerpo se anima, me siento libre. Yo, Sergio José Grueso Cerezo ¡salgo a correr para ser feliz¡.
- En tercer y último lugar, nadie puede quitarme la idea de que ya me planteo alcanzar grandes retos. Que no lo haga en 40 días no significa que no vaya a hacerlo el año que viene, el siguiente. Esa idea ya está ahí, ya voy a realizarla. ¿Cuándo?cuando me recupere y pueda afrontarlo con más garantías. Correr me ha dado la habilidad de pensar en grande. Eso ya no tiene vuelta atrás.
Por tanto entrenar tiene muchísimo sentido. Puedo aprovechar
todo lo que he aprendido entrenado con constancia para profundizar en otros
deportes como la natación y en trabajo con pesas. Tengo más tiempo para nadar,
mejorar mi estilo y de paso volver a realizar pesas y mejorar mi calidad muscular.
La vida está llena de imprevistos e infortunios, pero todos
ellos son una posibilidad delante nuestra para poder crecer personalmente.
La vida nos lo pone
ahí delante para que crezcamos. Es una lección más y me veo en la obligación de
sacarle partido y enfocarlo de manera positiva para obtener un resultado óptimo
para mi vida. Como una muy buena amiga me repitió el otro día: “Vienes a sumar”.
Sumar y ya está.
Cada situación en la vida interprétala y
haz que sume. Sea lo que sea. Que sume. No hay más.
No puedo forzar la rodilla corriendo, pues nado. No puedo
nadar, pues busco que hacer. Hay millones de cosas que nos permiten estar mejor,
vamos a aprovecharlas.
Estoy a punto de ir a nadar
y voy más motivado que nunca. ¡La vida me encanta¡
Y tu amable
lector, ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a dejarte vencer por las adversidades o a
aprovecharlas? ¿Vas a sumar o a restar?
Os dejo un regalito de Nick Vujicic : ”Sin brazos, sin piernas , sin preocupaciones”
No hay comentarios:
Publicar un comentario