fondo

lunes, 13 de enero de 2014

Un largo camino Parte 3ª por Francisco Cristobal Grueso Cerezo

Me operaron y me toco un reposo de tres semanas aproximadamente gracias a que la infección no era muy profunda.

Me recuperé justo a tiempo para poder ir con mi amigo Miguel a Xàtiva a una marcha de montaña de 12Km.


Fue espectacular correr por montaña y sobretodo acompañado de un amigo con el que sabía que podía hablar en cualquier momento y para que aquello se hiciese más ameno. Recuerdo una lluvia espectacular, hubo un momento que salimos de la montaña y tocamos asfalto y parecía que tuviésemos un río a nuestro lado. Llegamos a meta tranquilamente y nos dieron de obsequio un plato de arroz al horno, un plátano y una almoixavena deliciosa, que no tardé en comerme en el coche una vez estábamos duchados.

Ya luego a partir de ahí, venían exámenes, que la época duraba dos meses, e iba a carreras puntuales y poco más por que había que cumplir con el deber de estudiar. Una vez acabados volví a correr y comencé a nadar, me empezó a gustar lo de nadar, tanto que empecé a mirar travesías a nado para el verano.

Se lo comenté a mi amigo Miguel y le gustó la idea.

Cuando me dí cuenta estaba el 4 de agosto en la playa de Cullera lleno de nervios y cansado por que venía de correr dos carreras en dos días. Era de 1300 metros la travesía, ya que queríamos probar primero una corta para saber que era aquello. Sonó el pistoletazo de salida, como nos habíamos puesto al final para tener espacio y tranquilidad salimos tranquilamente, empezamos a caminar por el agua y yo pensando que ya se podía nadar me tiro (suelo decir que me caí por que fue bastante ridículo), me estampé contra la arena y me levanté pitando para disimular el ridículo que sentí mientras Miguel se reía diciéndome que si que comenzaba yo bien si. Empezamos a nadar apegados con tres personas más, era muy incómodo estar ahí chocándose con todos por que no podíamos nadar bien. Empezó a hacerse el hueco y ya teníamos nuestro espacio, pues bien, comenzaron más cosas graciosas.

Yo en mi vida había visto una medusa y mucho menos me había picado una, pues a los 300 metros de estar nadando, miro hacia abajo y empiezo a ver como bolsas vivientes, se me empezó a alterar la respiración y empecé a decirle a Miguel que teníamos medusas debajo de nosotros y el me decía que siguiese nadando para que no me picasen , una forma muy buena para tranquilizar a alguien jaja. Fuimos juntos casi todo el rato, llegamos a la boya y todo bien, pero cuando tocó volver fue bastante parecido a una carrera de obstáculos; empezaron a aparecer medusas en la superficie y yo encima me equivocaba de trayecto, teniendo que corregir la dirección y esquivándolas. Ahí los dos empezamos a pasarlo un poco mal por que algunas ya nos pasaban muy cerca pero seguíamos nadando que era para lo que habíamos ido. Cuando me tranquilicé pensando que no habrían por que ya estaba llegando a meta fue cuando me picó en el pecho una que se me cruzó. Ni siquiera la vi pero el picor lo noté bastante que me tuve que parar del susto unos 20 segundos, pero seguí nadando hasta llegar a la meta. La comida que tuve después supo distinta a las demás, hasta el postre me sabía salado.

Después de esa travesía fuimos a la de Antella que eran 2500 metros por río. Fuimos Miguel, Toni y Aurelio, estuvo bastante bien pero aunque no hubiesen medusas ni cosas raras que pudiesen picarme, eso de tener que nadar 1250 metros a contracorriente fue bastante duro, pero conseguimos acabar los cuatro bastante bien excepto yo que llevaba una semana criminal con tres carreras populares, una de ella de cross y un torneo de baloncesto 3x3. ¡El almuerzo de ese día noté que me lo merecía después de todo aquello!

Luego ya se acabaron las travesías y volví a la rutina de siempre. Iba al gimnasio, a correr, salí con los amigos del pueblo, poco pero lo justo para poder reirme, y el mejor día del verano tenía que llegar con el cumple de Carmen en el que volvería a ver a los amigos de la universidad y a los que les tengo un amor y un aprecio enorme. Ese día me sirvió para desconectar del deporte y para disfrutar bastante.

Luego ya empezó de nuevo la universidad, y mi entrenamiento volvió a ser correr y nadar.
Me apunté al medio maratón de Ribarroja del Túria por montaña, que es la carrera en la que más he sufrido pero me llevé una copa de tercer clasificado en mi categoría. Estaba tan cansado, tan agotado, que no me enteré de que había ganado una copa, por que fue llegar a meta y tan solo quería ir a casa de mi tía a ducharme y a comer. Me di cuenta al llegar a casa, que publicaron fotos y vi que en el podio de promesa masculina solo había un corredor, entonces miré el reglamento y envié un correo electrónico preguntando si me correspondía un premio y efectivamente así fue. Me tocó recoger el trofeo en la Corremón de Valencia tres días después. Iba por la calle con mi mochila de la universidad mirando la copa todo el rato sin creerme que yo había ganado algo corriendo, por que todo lo hacía por satisfacción personal pero esa copa hacía que el esfuerzo que tuve que hacer ese día supiese mejor. Ya sabía que no podría correr el maratón de Valencia por trabajo, por lo tanto, mi hermano y yo nos miramos el maratón de Castellón y nos apuntamos. Me apunté también al medio maratón de Valencia y al medio maratón de Gandia como preparación para el maratón. Estos dos medios maratones me parecieron decepcionantes en cuanto a mi nivel, salí muy triste y malhumorado de ambos. En el de Valencia me alegré por Miguel y por Javier que consiguiesen acabar su primer medio maratón por que es algo que nadie les podrá quitar ya.

Me apunté el mes de noviembre a spinning para desconectar de correr y me fue de cine, empecé a sentirme mejor y sobretodo no me obsesionaba con el maratón sabiendo que estaba cerca. El maratón era el día 8 de diciembre y el 1 hacían el medio maratón de Algemesí, sabía que era arriesgado ir teniendo solo una semana de descanso para el maratón pero me apunté con Miguel y con mi amigo Juanjo. Necesitaba volver a sentirme bien y allí fue donde conseguí el gran logro de acabar mi primer medio maratón, acompañado de mi hermano Sergio.


Conseguí acabar muy bien, pese al frío y al viento que tuvimos en contra los primeros 11Km. Miguel consiguió acabar también perfectamente y Juanjo no consiguió finalizar por que la rodilla le causó problemas pero seguro que volverá a correr un medio maratón y lo acabará. Tambien vi a Jose que me comentó que le había salido muy bien pese a sufrir los último 3Km por el fuerte ritmo que mantuvo y me deseó suerte para la semana siguiente. 
Continuará...............

No hay comentarios:

Publicar un comentario