fondo

jueves, 9 de enero de 2014

Un largo camino 2ª parte por Francisco Cristóbal Grueso Cerezo

Al acabar exámenes empezó el cambio; me apunte a un gimnasio al que iba de lunes a sábado sin faltar un solo día durante todo el verano, empecé a hacer dieta y, para obligarme a correr, me apuntaba a las carreras populares que hacían cerca de mi pueblo. Pase de correr 8km en 54 minutos al comienzo del verano a correrlos en 42 minutos y pesando 10 Kg menos en apenas meses.


En ese momento comencé las clases pero seguí yendo al gimnasio y corría solo los fines de semana en pueblos cercanos. Al acabar el año conseguí 2 retos importantes que me había propuesto: bajar de 50 minutos en un 10K, que fue en la divina pastora de Valencia, y acabar los medios maratones de Alzira y Algemesí. EL 2012 comenzó siendo horrible y se complicó, pero lo acabé estupendamente y orgulloso de mi progresión tanto en el deporte como en mi interior.

El 2013 comenzó mejor aún y se podría decir que ha sido el año de “descubrir cosas nuevas”.
El día de reyes corrí en Xeraco un 15K, iba con miedo debido a que las navidades se basaron en comer mucho y correr lo justo, aunque al gimnasio al menos no falté. La finalicé en 1 hora 17 minutos (alrededor de 5:10 minutos el Km) me fui bastante contento y sorprendido ya que acabé con “ganas de más”. El domingo siguiente fue inolvidable, me sigo acordando de ese día, de esa carrera que hice sin llevar un material adecuado y sin informarme de como era; se trataba del Km vertical de Gandia,

Me apunté pensando en lo bonito que sería cuando vi el vídeo de lo que era pero no pensé en lo que me podría pasar. Me planté allí en una carrera de montaña con unas zapatillas de correr normales con una suela totalmente de goma y para suerte la mía el día anterior llovió bastante. La carrera era de 12Km pero no habíamos llegado al 6 y ya llevaba 5 resbalones en bajadas y el culo con un dolor tremendo. La peor fue la primera caída, tuve una sensación bastante mala, me sentí solo, decepcionado, me vinieron a la cabeza experiencias malas que me habían hecho pasarlo mal, imágenes que ojalá pudiese olvidar y varias cosas que no pensé que podrían volver a mi cabeza. Me costó reaccionar ante esa caída, tarde unos segundos en levantarme, estuve pensando en esas cosas bastante tiempo, justo hasta la segunda caída que vino enseguida acompañada de la tercera, ahí ya me daba igual caerme, sabía que me levantaría, por que en ello se basa la vida... ¡En caerse y en volverse a levantar!

Terminé esa carrera en un tiempo bastante malo, pero terminé y me hice mi foto bien orgulloso en la cima del Mondúver. Debido a esas caidas estuve parado 2-3 semanas y con molestias en los tobillos, pero al volver a correr no se me ocurrió otro reto que correr 5 medios maratones, un 15K y un medio maratón de montaña domingo tras domingo. Un mes y medio seguido de duras pruebas. Le dije a mi hermano que si conseguía finalizar aquello me apuntaría al maratón de Valencia de ese año. Conseguí acabarlo todo y cada vez mejorando. En el medio maratón de montaña fue en el que más miedo pasé los días anteriores por lo que sucedió en el Mondúver, pero para esa carrera iba bien equipado, las zapatillas de trail más baratas que pude comprar en el Decathlon, por unos 45€, me fueron de lujo y conseguí acabar perfectamente y con ganas de descansar por toda la “matraca” que le había metido al cuerpo durante mes y medio sin parar.


Con tanta noticia buena, tocaba una mala; tenían que operarme de una fístula o quiste pilodinal o lo que fuese eso que tenía en el coxis, era como un agujero muy pequeño que supuraba líquido. Por suerte el mío supuraba pus y no sangre como el de mi padre cuando lo operaron también y a mi edad. Me despedí de correr durante un tiempo corriendo una carrera popular tres días antes en Gavarda. 
Continuará..........

No hay comentarios:

Publicar un comentario